La idea original era escribir una pequeña ficción parodiando los tan conocidos suicidios por amor. Como no puedo conmigo mismo, a último momento -y una vez que el boceto estaba listo- opté por echarlo al tacho y empezar de cero, agregando un toque surrealista al asunto.
Es así como al lector casual le aburrirá (esto lo doy por hecho), al impaciente o superficial le parecerá un suicida más (o, en su defecto, una mierda de cuento), y al otro (o sea, yo) quizás le entretenga un rato. Tal como digo siempre, si escribo no es más que para mi propio goce personal, no es que me guste vanagloriarme, s